Suavidad e Hidratación
La piel de las manos es la que está más expuesta a ser dañada por los cambios de temperatura, el uso continuado de agua, o bien del uso de productos químicos. Como resultado las manos carecen de la hidratación necesaria.
Con la parafina conseguimos una hidratación de la piel en profundidad. Al aplicar la parafina en la piel, aumentamos su temperatura, produciendo mayor humectación. Como no puede evaporarse debido al efecto oclusivo de la parafina, vuelve a absorberse, consiguiendo así una mayor penetración del producto.
Más hidratación, nutrición y protección frente a los agentes externos.